CUATRO DÍAS DE OSCURIDAD EN 2015, O EL MARKETING DEL FIN DEL MUNDO

Un nuevo anuncio sobre el “fin del mundo” ha estado en el candelero desde hace unos cuantos meses. Se trata de una supuesta aseveración de la NASA sobre la concreción de cuatro días de oscuridad en 2015, exactamente a partir del 24 de agosto. Sería un “eclipse galáctico” que dejaría al planeta sin luz solar durante 96 horas. Al mismo tiempo, para algunos el hecho vendría de la mano con el apocalipsis y la destrucción de la vida tal cual hoy la conocemos. Más allá de la falsedad de la noticia, vale la pena detenerse en algunas cuestiones relativas al campo del ocultismo.

Todo comenzó con un rumor lanzado por una página web, que sin tapujos atribuyó a la NASA la ratificación científica del suceso. Siguiendo este guión, la agencia espacial norteamericana habría confirmado que un extraño evento que se produce cada 26.000 años se concretaría este 24 de agosto. Tendríamos 96 horas de total oscuridad en toda la superficie terrestre, con llegada de calor y sin cambios climáticos pero sin una gota de luz.
CUATRO DÍAS DE OSCURIDAD EN 2015: ¿POR QUÉ?
Los cuatro días de oscuridad en 2015 se producirían por el paso de nuestro sistema solar por el sector más oscuro de la galaxia, absorbiéndose de esta forma la totalidad de los fotones. Atendiendo a la ubicación del sol, el planeta no recibiría la luz del astro rey. No se conoció, hasta el momento, ningún comunicado oficial de la NASA confirmando esto. En consecuencia, nos encontraríamos frente a otra noticia inventada de tono apocalíptico…
Esta misma información de los cuatro días de oscuridad en 2015 ya había circulado con insistencia el año pasado y también durante la “fiebre” del fin del mundo de 2012. Es evidente que existe un marketing alrededor de estas cuestiones, que se aprovecha asimismo de conocimientos relacionados con el ocultismo y la espiritualidad que merecen, como mínimo, un tratamiento con mayor profundidad.
CUATRO DÍAS DE OSCURIDAD EN 2015, LOS MAYAS Y RASPUTÍN
Con relación al ciclo de 26.000 años se vuelve a usufructuar a las supuestas profecías mayas sobre el fin del mundo.
Como pudo advertirse en 2012, los estudios mayas no apuntan al apocalipsis sino a marcar un cambio de era o la llegada de nuevas energías que el hombre debe comprender para alcanzar un estado de armonía con la totalidad. Con eclipses galácticos inventados para alimentar el marketing del fin del mundo y crear miedo se hace realmente todo lo contrario.
Los ejemplos anteriores sobre estas falacias son abundantes. Por ejemplo, una tormenta solar captada por la NASA en agosto del año pasado fue relacionada por algunos sectores con las profecías de Rasputín, indicando que el 23 de agosto de 2014 llegaría el apocalipsis. Lo mismo habían dicho, a partir de otras interpretaciones de Grigori Rasputín, en 2013…
Cualquier mínimo indicio es perfecto para generar una nueva “primicia”, haciendo uso con liviandad de temas relativos al ocultismo y la espiritualidad que deberían ser encarados con más seriedad. ¿Será que el morbo actúa y, en el fondo, deseamos ver ese paisaje apocalíptico?
Por lo pronto, habrá que esperar unos meses para comprobar si los cuatro días de oscuridad en 2015 son un nuevo invento de los difusores del fin del mundo o si esta vez tienen razón…