LOS FAQUIRES: UN CAMINO ESPIRITUAL EN MEDIO DE UN SHOW

Aunque en Occidente son más conocidos por sus impresionantes ritos y ceremonias con camas de clavos o caminando sobre brasas, los faquires son realmente la expresión de una cultura milenaria y un camino espiritual que vive por debajo del show y del fenómeno. Más allá de ese espectáculo casi circense, a continuación intentaremos descubrir algo más en profundidad de estos religiosos de la India. 

El vocablo faquir significa algo así como “mendigo místico” y tiene un origen árabe. Sin embargo, los faquires son ascetas ubicados en el norte de la India que forman parte de un segmento específico de la religión musulmana. Persiguen básicamente la santidad, y para ello creen que es necesario dejar de lado los cuidados corporales e incluso someterse a laceraciones y castigos.
 
Precisamente de esta postura provienen los conocidos ritos practicados por los faquires, que han recorrido al mundo porque demuestran un fantástico dominio del dolor a través de la meditación: tenderse a lo largo de camas repletas de clavos, caminar sobre senderos de brasas o realizar largos períodos de ayuno son algunas de esas enigmáticas ceremonias. 
LOS FAQUIRES Y SUS CREENCIAS
Como vivimos en una cultura proclive a banalizar cualquier fenómeno y a transformarlo en un acto de mero entretenimiento sin trasfondo, todo lo que sabemos de los faquires es que se trata de personas extremadamente flacas, con largas barbas y aspecto de mendigos que caminan sobre el fuego o hasta pueden introducirse sables por la boca. No mucho más que eso.
Pero no podemos pasar por alto que estas prácticas son la manifestación de un camino espiritual y de una milenaria cultura. Por ejemplo, cada año los faquires celebran un evento denominado Urs Ajmer Sufi, que se lleva a cabo desde el siglo XII. En el mismo se rinde culto al santo Khwaja Chishti Moinuddina. 
A lo largo de este festival desarrollado en Rajastán, concretamente en la ciudad india de Ajmer, miles de faquires demuestran sus avances en el camino del renunciamiento al cuerpo y el manejo del dolor mediante todos los fenómenos y ceremonias que ya conocemos. Ellos creen que por esta vía podrán evadir el ciclo perpetuo de reencarnaciones que conforma uno de los bastiones de su cofradía religiosa, que en este punto va a contramano con otras tendencias musulmanas.
EL RENUNCIAMIENTO DE LOS FAQUIRES
La vida de los faquires debe incluir el desapego total a los placeres del cuerpo, la práctica de una extrema austeridad material que los lleva a la pobreza y la superación del dolor y el sufrimiento. Incluso en ocasiones la persistencia en los ayunos genera que en sus cuerpos sólo sea posible apreciar huesos, impresionando con una delgadez que, desde el punto de vista occidental, linda con la enfermedad.
Conocer algo más sobre los faquires nos sirve para apreciar que detrás del show montado sobre sus esqueléticas figuras existe una cultura ancestral con una identidad propia y una perspectiva espiritual, que merece respeto y comprensión.